21 agosto 2005

No tienes güevos, no tienes güevos...

Pedazo de concierto de los Mojinos Escozíos. No son uno de mis grupos favoritos. No me sé casi ninguna de sus canciones. Pero cómo se lo curran. Ya los había visto actuar en Interpeñas el año pasado, y anoche me lo pasé casi tan bien como en aquella ocasión.



Comenzamos la crónica con Javimetal metiendo su cámara de video en su entepierna. Según el, para que los seguratas no se la quitaran. Aunque la verdad es que yo creo que lo hizo por otro motivo (tiene un pequeño complejo con el tamaño de lo que os podeis imaginar). El caso es que luego se nos acercaron unas churris impresionadas por el aspecto de aquello, y al amiguete no se le ocurrió otra cosa que decir que: 'Y la mitad es natural, jur jur jur'... Lamentable.

Ya dentro del recinto, las condiciones dejaban un poquito que desear: hacía un frío de espanto. Parece ser que el pabellón no reune las condiciones de seguridad necesarias, por lo que el concierto se desarrolló en el exterior. En toda la gira no han debido de vender más sudaderas de las que vendieron anoche. Y aún tuvimos suerte, ya que hubo un amago de lluvia antes de comenzar que rápidamente cesó.

No voy a listar las canciones que tocaron porque, a excepción de 'Chow chow' no me sé ninguno de los títulos (y posiblemente éste lo haya escrito mal). Pero en un concierto de los Mojinos lo de menos es la música. El Sevilla es un tío capaz de hacer reir a cualquiera, y vaya si lo consigue. Desde el principio hasta el final, ameniza la actuación con constantes bromas a costa de todo: del público, de sus compañeros (y sus mujeres) e incluso de sí mismo.

Al final del concierto la expectación era máxima. La razón es la técnica que emplean estos tipos para ofrecer los bises: una canción, una teta. Dos canciones, dos tetas. Incluso igualaron la oferta del Carrefour: tres canciones por dos tetas. Pero ya he comentado que anoche la temperatura no acompañaba, así que se quedaron (nos quedamos) con las ganas. De todas formas, tocaron cinco canciones, y todo el mundo contento.

Resumiendo: un grupo totalmente recomendables para ver en directo, incluso aunque no os guste su música.

Posteriormente, la fiesta siguió en el casco. Sirva como prueba de la fiesta, la siguiente foto, en la que Tomashuco (el de la derecha) aparece ligeramente perjudicado.



Saludos cósmicos.



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