14 agosto 2005

Y comieron perdices

Otra bonita celebración llena de anécdotas.

Se siguió el ritual de costumbre: todos al bar mientras se celebraba la ceremonia (familia de rojos...), sesión de fotos al salir los novios (casi no cabíamos), vuelta al bar a echar otras dos o tres cervezas y, finalmente, bus hasta el restaurante.

Y, para acabar, orquesta amenizando la velada con los grandes éxitos de los sesenta... Supongo que a nuestros hijos les pasará lo mismo, pero hay una imagen que de vez en cuando perturba mis sueños: un grupo de señoras rememorando sus años mozos bailoteando los temazos que hicieron furor en los guateques... Siempre que me asalta este recuerdo o sale algo alusivo en la tele, doy gracias por no haber vivido los 60's ni los 70's. Qué época más triste...

Por supuesto, la noche sirvió para comprobar que la familia está en forma en el aspecto etílico, algunos más que otros (no daré nombres, jur jur jur). Yo me mantuve firme en mi propósito de control mental, para que no se repitieran escenas del pasado... Mejor no lo explico.

Aquí os dejo algunas fotos en las que salgo con lo más granado de mis primos además, cómo no, de una instantánea de los novios.



Saludos cósmicos.



Publicar un comentario